DANZAS AFRO-YORUBAS
DANZAS DE LOS ORIXÁS
Las antiguas y eternas danzas de los Dioses fueron introducidas en América por los esclavos negros, quienes trajeron con ellos sus creencias religiosas, sus ritos, sus Orixás, quienes vinieron a habitar estas tierras, donde se recrearon y se transformaron para asistir al pueblo negro. Las danzas son recreaciones artísticas y estilizadas de las danzas sagradas religiosas pertenecientes a la Religión Tradicional Africana, más precisamente del pueblo Yoruba, que constituye una nación, una de las tres tribus principales de la actual Nigeria.
Para el negro, la religión es la vida misma, y sus Dioses habitan entre los hombres. Hasta el menor acto cotidiano se relaciona con los seres superiores y los ancestros, quienes son invocados, alabados y exaltados por medio de rituales, de la música y de la danza, éstas dos últimas son dos componentes esenciales, que detentan un poder (Axé) que les es propio. Estos ritmos y estas danzas son las que salieron de las Casas Religiosas (Ilés) para acercarse al pueblo, sin importar adherencia o creencia religiosa.
Durante las fiestas ceremoniales que se hacen en homenaje a los distintos Orixás (Batuque), existe una variada coreografía que tiene como finalidad acercar al adepto a su Orixá guardián y al conjunto de Orixás, atrayendo sobre sí energías positivas y protección, lo cual se logra a través de movimientos que se ejecutan al son de los tambores. Se respeta siempre la herencia del baile sin intentar cambiar las danzas que están dedicadas a cada Orixá, las cuales poseen un significado especial, que está relacionado con el Orixá. Estos gestos de alto contenido simbólico, reproducen en la tierra los sucesos que los Orixás vivieron en el cielo (Orúm) y en la tierra (Aiyé), y además hay una gran variedad de energías que se pueden identificar con los elementos tierra, agua, aire, fuego y éter. Cada Orixá y cada ritmo pertenece a uno o más elementos, lo que también se traduce en diferentes estados energéticos del danzante y de los músicos encargados de los instrumentos. Este abanico de posibilidades exige un estado de relajación corporal y mental elevado.
Al saber el significado de lo que está haciendo, el ejecutante de la danza logra mantener viva una tradición de siglos, sin perder la riqueza de la misma e incluso se puede decir que baila tal cual lo hacían los primeros esclavos que trajeron dichas danzas.
Las danzas se hacen en círculo, donde participan todos los iniciados en el culto, girando en sentido anti-horario y al mismo tiempo haciendo la mímica correspondiente a los cantos sagrados (Rezas) y a determinado Orixá. Todos estos gestos, cuando no se posee cada instrumento, se resumen en uno solo que los representa a todos: se agita la mano en alto. En el centro del círculo danzarán aquellos iniciados que sean ocupados por su Orixá en el correr de la ceremonia.
Xiré (rueda) es la danza sucesiva de los Orixás, y se llama así, no solo por el hecho de que las danzas se realicen en círculo, sino porque en un concepto más profundo, el círculo significa que no hay un inicio ni un fin. Por lo tanto, pese a existir cierto orden preestablecido en la sucesión de los diferentes Orixás, de acuerdo a las funciones que desempeñan en la naturaleza, este orden puede alterarse en base a diferentes conceptos del desarrollo humano, universal y espiritual.
La principal característica de éstas danzas es que es "propia de los ORixás", es decir, dentro del ámbito místico - religioso, cuando los Orixás "bajan" a tierra y se manifiestan en el cuerpo de sus hijos, bajan para alabar a Dios (Olorúm), y el modo en que lo hacen es danzando. Cada uno tiene su energía particular, que se traduce aquí en la tierra y entre los hombres con un toque de tambor, también propio a ese Orixá, y se acompaña con determinados pasos de danzas, que son:
Para el negro, la religión es la vida misma, y sus Dioses habitan entre los hombres. Hasta el menor acto cotidiano se relaciona con los seres superiores y los ancestros, quienes son invocados, alabados y exaltados por medio de rituales, de la música y de la danza, éstas dos últimas son dos componentes esenciales, que detentan un poder (Axé) que les es propio. Estos ritmos y estas danzas son las que salieron de las Casas Religiosas (Ilés) para acercarse al pueblo, sin importar adherencia o creencia religiosa.
Durante las fiestas ceremoniales que se hacen en homenaje a los distintos Orixás (Batuque), existe una variada coreografía que tiene como finalidad acercar al adepto a su Orixá guardián y al conjunto de Orixás, atrayendo sobre sí energías positivas y protección, lo cual se logra a través de movimientos que se ejecutan al son de los tambores. Se respeta siempre la herencia del baile sin intentar cambiar las danzas que están dedicadas a cada Orixá, las cuales poseen un significado especial, que está relacionado con el Orixá. Estos gestos de alto contenido simbólico, reproducen en la tierra los sucesos que los Orixás vivieron en el cielo (Orúm) y en la tierra (Aiyé), y además hay una gran variedad de energías que se pueden identificar con los elementos tierra, agua, aire, fuego y éter. Cada Orixá y cada ritmo pertenece a uno o más elementos, lo que también se traduce en diferentes estados energéticos del danzante y de los músicos encargados de los instrumentos. Este abanico de posibilidades exige un estado de relajación corporal y mental elevado.
Al saber el significado de lo que está haciendo, el ejecutante de la danza logra mantener viva una tradición de siglos, sin perder la riqueza de la misma e incluso se puede decir que baila tal cual lo hacían los primeros esclavos que trajeron dichas danzas.
Las danzas se hacen en círculo, donde participan todos los iniciados en el culto, girando en sentido anti-horario y al mismo tiempo haciendo la mímica correspondiente a los cantos sagrados (Rezas) y a determinado Orixá. Todos estos gestos, cuando no se posee cada instrumento, se resumen en uno solo que los representa a todos: se agita la mano en alto. En el centro del círculo danzarán aquellos iniciados que sean ocupados por su Orixá en el correr de la ceremonia.
Xiré (rueda) es la danza sucesiva de los Orixás, y se llama así, no solo por el hecho de que las danzas se realicen en círculo, sino porque en un concepto más profundo, el círculo significa que no hay un inicio ni un fin. Por lo tanto, pese a existir cierto orden preestablecido en la sucesión de los diferentes Orixás, de acuerdo a las funciones que desempeñan en la naturaleza, este orden puede alterarse en base a diferentes conceptos del desarrollo humano, universal y espiritual.
La principal característica de éstas danzas es que es "propia de los ORixás", es decir, dentro del ámbito místico - religioso, cuando los Orixás "bajan" a tierra y se manifiestan en el cuerpo de sus hijos, bajan para alabar a Dios (Olorúm), y el modo en que lo hacen es danzando. Cada uno tiene su energía particular, que se traduce aquí en la tierra y entre los hombres con un toque de tambor, también propio a ese Orixá, y se acompaña con determinados pasos de danzas, que son:
BARÁ |
Se coloca una mano apoyada en la espalda y la otra se agita en el aire, como si se estuviera empuñando un bastón. En tanto que con pequeños saltos se va hacia delante y atrás. El bastón imaginario que porta el bailarín, es el arma preferida de este Orixá; en tanto los saltos hacia delante y hacia atrás significan los avatares del destino, el progreso y la decadencia.
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OGÚM |
Tiene tres tipos de danzas principales:
a) La del Herrero: El bailarín hace la mímica de estar golpeando el yunque con el martillo (golpea con su mano sobre la palma de la otra mano). b) La del Guerrero: Con la mano abierta simula una espada, la cual agita en el aire mientras agachado avanza adelantando un pie y arrastrando el otro. c) La del Granjero: Simula tener una herramienta de labranza en las manos con la cual remueve la tierra. |
OIÁ |
Tiene tres tipos de danzas principales:
a) Danza dominadora de Egunes: Agita un irunke (especie de espantamoscas hecho con crines de caballo) con el cual espanta los malos espíritus. b) Danza del Viento: Usa un abanico y agita las polleras haciendo viento, por veces gira en remolino. c) Danza de la guerra: Usa una espada de cobre que agita en el aire. |
XANGÓ |
Tiene dos tipos de danzas principales:
a) Hace como quien toma piedras de una bolsa imaginaria y las lanza. Ambos puños cerrados y en movimientos alternados. Representan los meteoritos que arroja desde el cielo. b) Hace como que tuviera en sus manos dos hachas de doble filo que agita en el aire con movimientos majestuosos. |
ODÉ - OTÍM |
Simulan tener un arco y una flecha, mientras imitan los movimientos de la caza.
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OBÁ |
Tiene tres tipos de danzas principales:
a) Se coloca una mano tapando la oreja y en tanto que con la otra mano se toma el vestido. Simboliza el momento en que según la leyenda, Obá se corta la oreja por amor a Xangó. b) Se golpea un puño cerrado sobre el otro, lo cual simboliza la molienda del grano en el mortero, un trabajo típico de las mujeres yorubas. c) Se hace un remolino con ambos puños cerrados, lo que simboliza la fuerza de las manos para pelear. Obá era conocida por su habilidad en la lucha. |
OSSANHA |
Tiene dos tipos de danzas principales:
a) Movimientos de un lado a otro como quien se esconde entre los arbustos con los brazos hacia abajo se toma las ropas como quien evita rasgarse las mismas con alguna rama. b) Saltos en un solo pie mientras que agita los brazos cortando hojas de árboles imaginarios. |
XAPANÁ |
Hace la mímica de espantar moscas y los males con una especie de escobilla. El cuerpo de vez en cuando imita los temblores de los espasmos. Con el cuerpo encorvado hacia el frente cojea y tiembla como quien tiene fiebre.
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IBEJIS |
Se dan pasitos de atrás hacia delante imitando a los niños mientras que se colocan las manos al frente con las palmas hacia arriba como quien carga una bandeja repleta de golosinas.
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OXÚM |
Tiene dos tipos de danzas principales:
a) Agita los brazos como si estuviera echándose agua a la cara, que saca del río. Con movimientos lentos del cuerpo, pasa sus manos por éste como quien se lava. b) Hace movimientos como quien se está mirando en un espejo mientras se peina coquetamente. |
YEMANJÁ |
Tiene dos tipos de danzas principales:
a) Se imitan los movimientos de las olas del mar, con pasos de hacia delante y hacia atrás, con el cuerpo curvado hacia el frente, las manos se agitan imitando las olas con las palmas hacia abajo. b) Se hacen movimientos con los brazos como quien está remando, alternando los mismos a ambos lados del cuerpo. |
OXALÁ |
Tiene tres tipos de danzas principales:
a) Baile de Oxalá Joven: como un jinete que blande una espada o sacude un rabo de caballo blanco, que es símbolo de realeza en la cultura yoruba. b) Baile de Oxalá Viejo: Se camina penosamente como un anciano dolorido y encorvado que se apoya en un bastón mientras tiembla. c) Baile de Oxalá Orunmiláia: Se camina con pasos lentos y acompasados, con el cuerpo curvado al frente mientras se toma del vestido. |
OTROS ORIXÁS
Orixá Okó: Se hace la mímica de quien está labrando la tierra, el cuerpo se inclina hacia delante como quien sujeta una azada.
Yewa: No tiene danza específica.
Oxumaré: Se apunta alternadamente hacia el cielo y la tierra. Cuando se manifiesta este Orixá en algún iniciado, suele caer al suelo y arrastrarse como una serpiente.
Naná Buruqué: Se baila pesadamente como quien está cansado y se apoya en un bastón imaginario. Se coloca un puño cerrado sobre el otro.
Yewa: No tiene danza específica.
Oxumaré: Se apunta alternadamente hacia el cielo y la tierra. Cuando se manifiesta este Orixá en algún iniciado, suele caer al suelo y arrastrarse como una serpiente.
Naná Buruqué: Se baila pesadamente como quien está cansado y se apoya en un bastón imaginario. Se coloca un puño cerrado sobre el otro.
Unas de las destrezas a desarrollar es reconocer los diferentes toques para danzarlos con los pasos y gestos que le corresponden a cada Orixá. Podría decirse que el fin último de éstas danzas es llegar a bailar el Xiré con la energía acorde a cada Orixá, sin sobresaltos, sin tensiones, pasando de un estado emocional y corporal a otro completamente diferente, con naturalidad, pero siempre aplicando la energía correspondiente. Así, en esa rueda, irán pasando uno a uno de los Orixás, envueltos en su magía y sus misterios.
Estas danzas tienen mucho de "representación actoral", pues no basta con conocer las técnicas y las coreografías, sino que el hijo tiene que llegar a "ponerle alma al Orixá", debe hacerse dueño del espacio, protagonista y centro de atención, danzar con todo el cuerpo y responder al tambor, y cuantas más leyendas conozca el hijo, mayores herramientas tendrá para darle vida al Orixá, alegría a la rueda y profundo respeto hacia la cultura africana.
Siempre se baila descalzo, pues el contacto con la tierra es fundamental, es la que representa los ancestros, y es honrada por ser el sustento y madre de todo lo que existe.
Estas danzas tienen mucho de "representación actoral", pues no basta con conocer las técnicas y las coreografías, sino que el hijo tiene que llegar a "ponerle alma al Orixá", debe hacerse dueño del espacio, protagonista y centro de atención, danzar con todo el cuerpo y responder al tambor, y cuantas más leyendas conozca el hijo, mayores herramientas tendrá para darle vida al Orixá, alegría a la rueda y profundo respeto hacia la cultura africana.
Siempre se baila descalzo, pues el contacto con la tierra es fundamental, es la que representa los ancestros, y es honrada por ser el sustento y madre de todo lo que existe.